La estructura está marcada por la acumulación de situaciones que revelan el carácter de Duarte. Se nos aparece como una suerte de “bola de nieve” que va aumentando de volumen según las sucesivas mentiras fraguadas por este personaje, incapaz de sortear las dificultades al margen de una estratagema que acaba volviéndose contra su propia figura.
Así, asistimos a una concentración de situaciones equívocas, que nos permitirán lograr el efecto cómico buscado, no hay elementos que desvíen la atención del hilo conductor de la fábula. Aun cuando aparezca un personaje ajeno al círculo inicial -el General Lemos-, su aparición sólo contribuirá a resaltar la línea principal de acción: la "materialización" de las sucesivas mentiras fraguadas por Duarte.
En la estructura de la acción, la figura del General Lemos también permite crear una especie de "falso final", al desenmascarar a Duarte, involuntariamente, pero para luego él también entrar en el juego creado