Representada en tres cuadros.
Obra situada en 1890, se puede interpretar como una metáfora de nuestra sociedad actual, donde se rechaza lo que es diferente , solo por serlo.
La ambición y la envidia, ante la inocencia y la generosidad.
Uno de los mejores dramas poéticos de este autor.
Ramón y Amanda encarnan la codicia, Genoveva y Uriel la inocencia