Frustrada, deconstruida, y tras el fracaso de su tercer matrimonio, Olenka bebe y se emborracha en el Cow Jazz Club, un lugar en donde los hombres inmóviles escuchan los relatos de su generosa vida. Se desahoga con el camarero, con los clientes y con Irina, otra de tantas mujeres que un día se atrevieron a amar demasiado, a no quedarse en el borde y a lanzarse al vacío emocional que desgarra sus vidas. La música mece los pensamientos, el violín llora y se rompe junto a Olenka, quien parece no rendirse a amar, a amar demasiado. Un veterinario, un maderero y un actor no son suficientes para esta mujer que lo dio todo por el amor. Desdeñada por el resto, precisamente por amar lo que muchos consideran que es exagerado. Sólo gratificada por lo que es el amor puro, eterno e inmenso.
Un espectáculo a medio camino entre la performance y el teatro, en donde la música en directo compone la acción poética. Desgarrador, amable, divertido, pero sobre todo, profundo. El alma en carne viva de mujeres que se atrevieron a amar sin límites.