En 1692, en la pequeña localidad de Salem (Massachusetts), corre el rumor de que una joven ha hecho un obsceno maleficio. Los habitantes se acusan unos a otros y son presa de una incontenible histeria colectiva, y entonces se inicia un juicio que tal vez propicie temibles venganzas...
Arthur Miller concibió Las brujas de Salem en la época negra de la «caza de brujas» desplegada en Estados Unidos durante el macarthismo.
Así pues, la novela es una alegoría sobre el abuso de las autoridades públicas, el fanatismo religioso y político y las consecuencias que tienen las acciones egoístas de las personas.
Pero no os penséis que la base de la novela es ficción, tomó la historia de lo que ocurrió en el pueblo de Salem en 1692, que se saldó con ciento cincuenta personas detenidas, de las cuales cinco fallecieron en prisión, uno aplastado mientras era interrogado y veintinueve fueron condenadas por brujería, siendo diecinueve ahorcadas.