Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba impone a sus hijas un luto de ocho años,cortando toda relación con el mundo exterior. Las estrictas normas sociales, el falso sentido del honor y la decencia, impuestos por Bernarda a sus hijas, crean una atmósfera de opresión y sometimiento, que, con la llegada de Pepe el Romano, se verá