Dos matrimonios llegan a una casa apartada que parece sacada de una película de terror, avisados por un notario para recibir la herencia de una tía difunta. En la casa solo hay dos personas, el ama de llaves y el mayordomo, dos personajes tétricos. Sobre la casa pesa una absurda maldición, la maldición de la gallina parda, que amenaza con acabar con la vida de todos los integrantes de la familia. Poco a poco, los personajes de la obra van muriendo cada vez que se oye cacarear a la gallina parda, sin que se sepa en ningún momento quien es el asesino, ni quien será la siguiente víctima. Al final, el desenlace es inesperado. Homenaje a Agatha Christie y las películas de terror de la Hammer, desde un punto de vista humorístico.