Es una comedia costumbrista en dos actos donde la risa es el elemento fundamental por ser el hilo conductor de los dimes y diretes de un peculiar pueblo donde “las fuerzas vivas” siguen mostrando sus peculiaridades.
La abundancia de personajes, así como el lugar donde se desarrolla toda la acción, la taberna de Antonio, es toda una apuesta a la dramaturgia. Un escenario que mantiene vivo a tantos personajes a pesar de la focalización de la escena principal es, sin lugar a dudas, apostar por la dificultad de la acción ya que la convivencia en el escenario no es nunca suficiente, siendo necesario el identificar a los que conviven en él, buscando el equilibro sin perder la perspectiva de la escenografía. Un bello estímulo más que interesante para someter al público al encanto de dicha dramaturgia.
El autor.
Duración: 75 minutos
Recomendada para todos los públicos.