El IES Ramón y Cajal de Valladolid, Premio Especial de Apoyo al Teatro Joven de los X Premios Juan Mayorga
En este Día Mundial de las Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud, desde escenamateur anunciamos al ganador del Premio Especial al Teatro Amateur Joven de los Juan Mayorga de este año y que recae en el IES Ramón y Cajal. Valladolid.
Ellos son una muestra viva de cómo las artes escénicas hacen comunidad y tumban barreras. Por ejemplo, ofreciendo las actividades de forma gratuita mediante voluntarios, para que una cuota no sea frontera, y puedan disfrutar del teatro y de los talleres de caracterización y de la banda de música cualquier alumno del centro, muchos de ellos inmigrantes y de clases sociales desfavorecidas.
En este Día Mundial de las Artes Escénicas recordamos que es necesario dar posibilidades al público joven del mundo de experimentar lo que el teatro ofrece, de la emoción al descubrimiento y la transformación. Dos personas y una pasión bastarían. Aquí son decenas.
El instituto público de secundaria Ramón y Cajal de Valladolid está en las Delicias, un barrio obrero que se forjó en torno a la llegada del ferrocarril y sus talleres, hace 160 años, y a la llegada de población inmigrante en los años 90 y hoy. La realidad actual es “dramática”: paro y precariedad en las familias de los alumnos, y cada vez más familias en riesgo de exclusión social. Y ahí es donde entra un profesorado “implicado tanto dentro como fuera del aula”, como unos voluntarios que han conseguido evidenciar que las artes escénicas “pueden contribuir a una educación más integrar y a una mayor inclusión social”.
Y en ese panorama que podría amenazar desolación, ha florecido un centro educativo volcado en las Artes Escénicas. “Luchamos para que la formación cultural y su acceso no dependan del entorno de los jóvenes con los que trabajamos”, dicen los artífices. Y en escrituras, ensayos y representaciones tocan temas de actualidad y asuntos relevantes “para que los jóvenes no solo se formen en la actuación, sino como personas”. Por eso han abordado la violencia de género, en “Un grito de libertad”, incluyendo a las madres y padres de los alumnos y los profesores; y en la puesta en escena 20 actrices y actores amateur con entre 12 y 18 años de edad.
En el camino, se han atrevido con los dinosaurios en un musical, se han lanzado a dar “la vuelta al mundo en 60 minutos” y hasta han elaborado “fisiopíldoras audiovisuales” para educarse en igualdad. En el instituto sobresalen sus talleres de caracterización, hay una radio -Rayca- con esos podcast que funcionan en cualquier momento, y colaboran con organizaciones como Médicos del Mundo. En general, por teatro o cualquier medio, buscan “que los alumnos se metan en la piel de los protagonistas”. Como dicen los propulsores: “Las capacidades trabajadas con el alumnado son infinitas: comprensión y elaboración, lectoescritura, locución, expresión oral, competencias digitales, creatividad y empatía”. Y un objetivo de fondo: “Remover consciencia”.
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