“El León en Invierno”, de James Goldman, es una descarnada reflexión sobre la ambición, el poder y el inexorable paso del tiempo, sustentada en un diálogo ágil y sarcástico de sus personajes y una deliberada interpretación libre de su historia.Corre el año 1183 y nos encontramos en la Inglaterra medieval. El rey Enrique II Plantagenet convoca en su castillo a toda la familia durante las fiestas de Navidad y pretende decidir entonces quién le relevará en el trono. En realidad, el monarca ya tiene un claro candidato para la sucesión, su hijo más joven, el príncipe Juan (Juan Sin Tierra). Sin embargo, por contra, su esposa, la reina Leonor de Aquitania, a quien su marido había encerrado en la torre de Salisbury en el castillo de Windsor, quiere que sea su hijo mayor, el príncipe Ricardo Corazón de León, quien se convierta en el heredero. El tercero en discordia es un mermado Godofredo a quien ni siquiera consideran. Algunos años antes, motivados por su malvada y calculadora madre, los vástagos se habían rebelado contra su padre. Por otro lado, y mientras tanto, el rey Felipe II de Francia, exmarido de Leonor, ha conferido a su hermanastra Alais, a su vez querida del rey Enrique II, al futuro heredero, solicitando una boda inmediata o si no, amenaza con retirar la correspondiente dote.