El miedo al juicio social y familiar nos impide tomar decisiones con las que ejercer nuestra libertad individual, y con ello, emprender el camino hacia la tan ansiada felicidad.
Dicho miedo es el motor de esta comedia de situación en la que los personajes de Marisa y Gabriela deberán enfrentarse a aquello que más les aterra: romper las cadenas que las mantienen sometidas al molde social.