El espíritu del padre de Hamlet le pide al joven príncipe de Dinamarca que vengue el asesinato que su propio hermano perpetró contra él y que le ha usurpado la corona. El protagonista no lleva a cabo la venganza por las dudas que le genera esta visión, pero decide fingirse loco para indagar más libremente por la corte y provocar reacciones que puedan aclarar sus dudas. La llegada de unos cómicos le permite conseguir la prueba definitiva, al representar una situación semejante al asesinato. La reacción del Rey se lo confirma. Pero Hamlet asesina a Polonio, principal consejero del Rey, en un estado de