escenamateur

El lateral de Un gran barco de guerra Griego ocupa todo el foro del Espacio Dramático. Impactante figura con sus desniveles en Proa y Popa - que se utilizarán como espacios de Acción-; con sus veintena de remos capaces de “remar” con ritmo y sincronización; con sus coloridos escudos de guerra protegiendo en los costados a los remeros, a los que en ocasiones podrá verse en “sombras”; con su mástil central y una imponente Vela, pieza clave como objeto dramático pues en ella no solo se proyectan eventuales imágenes y sombras de personajes y elementos climáticos (Rayos, centellas, cielo, mar, viento, carrera de carros griegos, etc.) sino que además, manipulada con largas varas por cuatro Actores- Malabaristas, “vuela” y acompaña la acción convirtiéndose en distintos elementos escenográficos encuadrando escenas o transformándose en gigantescas marionetas simbólicas que representan, surcando el espacio, a los dioses del aire, del mar y de la tierra. A Proscenio lateral Izquierdo y Derecho, sendos desniveles, a izquierda la Comedia, a Derecha la Tragedia, pues se trata de una Tragicomedia Grecolatina. A decir de Plauto, la tragicomedia es una Comedia atravesada por elementos de la Tragedia. En este caso intentamos nivelar la balanza y a la Tragedia, defendida y relatada desde la trágica Clitemnestra, auxilian permanentemente pasos de Comedia -con eje en la divertida y entrañable Ama Gilisa- y también canciones, música y efectos escenográficos especiales. “Hay sentires tan terribles, el odio, el crimen, la sangre, que no pueden ser soportados por la Comedia, hace una broma fácil y huye. A la guerra entre los humanos despedazándose solo la puede contener La Tragedia”, esgrime Clitemenestra. “Sin un aire fresco de la simple comedia, la barbarie humana se hace insoportable” replica Gilisa.

Estamos en las ruinas de la antigua Ciudad de Micenas, a cuarenta años de la terrible muerte del Rey Agamenón, ejecutado por su esposa Clitemnestra. Incluso ella ha muerto, pero aunque su cuerpo ha sido enterrado junto a su amante Egisto, todavía no ha cruzado el río en la barca de Caronte, cada siete lunas regresa, y convoca con su memoria a los personajes, vivos y muertos, y a los hechos relacionados con la Guerra de Troya y su terrible crimen. Lo hace tal vez respondiendo a un castigo impuesto por alguno de los dioses, o tal vez para intentar modificar en algo aquellos acontecimientos. Todas las veces igual, inexorablemente la misma historia, castigo eterno… Pero esta vez, ha convocado también a los dioses… y algo imprevisto ocurrirá.