José María Jiménez es un hombre que, pese a su edad (45 años) y su perfecto estado de salud, ha tomado una decisión: dejar de vivir. Tras recibir la negativa de su médico, acude a la consulta del psicólogo Andrés Villar, buscando algún tipo de ayuda por su parte para que le sea concedida una muerte digna. La única razón que esgrime es el aburrimiento que la vida le provoca, un aburrimiento que ya se le hace insoportable.
Villar, tras escucharle, intenta profundizar en los motivos que han podido dar lugar a esa sensación y a esa decisión, pero José María no contempla otra solución a su problema que la que él plantea; aun así, acepta una nueva sesión para continuar hablando de su situación, con la esperanza de que Villar pueda, finalmente, ayudarle a cumplir su deseo. Antes de abandonar la consulta, José María conoce brevemente a Cristina, una paciente habitual de Andrés Villar, que, por lo visto, sufre algún tipo de depresión, al parecer motivada por asuntos familiares.