Hace más de 3.000 años el ejército griego arrasó la floreciente ciudad de Troya. Murallas, palacios y casas fueron destruidas por las llamas. La población sucumbió bajo la insaciable espada aquea. Solo un pequeño grupo de mujeres logró sobrevivir. Ellas son la mercancía en manos de los vencedores. Ellas son las mujeres en el campo de batalla. Entonces y hoy día.