Don Frutos, rico hacendado de Belchite, llega a Corte madrileña para casarse con Elisa, la hija de una marquesa. El matrimonio concertado por los padres de ambos crea en Elisa y en su madre sentimientos encontrados: la hija recela al no conocer al novio y la madre defiende la unión para mejorar su situación económica de la casa. No faltan en esta comedia la criada, un enredador como don Remigio y un militar, don Miguel, enamorado de Elisa.
El choque cultural que supone la llegada del rústico labriego a la Corte nos proporciona en El pelo de la dehesa un sinfín de escenas cómicas en las que los personajes enfrentan los usos castizos del pueblo con el afrancesamiento cortesano, creando de este modo un juego de contrastes que hace de ésta una de las comedias más acabadas del autor riojano.