Vivo atrapada por mi conciencia que me impide declarar al mundo los abusos de los que soy víctima… Vivo condicionada por el amor a una madre a la que he venido traicionando desde mi infancia… Y vivo traicionada por mi complejo de culpabilidad que me impide revelarme ante la evidencia de un pederasta… No encuentro salida a tanta amargura que derrama lágrimas negras entre mis sábanas de algodón teñidas de sangre…