Lorca nos regala este texto allá por el año de 1934, tras dejar atrás su teatro más surrealista e irrepresentable, (El público y Así que pasen cinco años) buscando un acercamiento al público y una consagración dentro de la escena española. Bodas de sangre fue la primera parte de su llamada trilogía trágica y con ella Federico encuentra el reconocimiento general del público, a pesar de que ciertos sectores siempre le critiquen la dureza y desnudez poética de su lenguaje. Si Bodas de sangre es una tragedia colectiva que afecta a familias enteras, Yerma es una tragedia pura individual, ejemplo del héroe trágico que camina sin remisión hacia su destrucción. La Casa de Bernarda Alba es la tercera parte de estos dramas rurales donde Lorca alcanza la mayor expresividad con un lenguaje depurado despojado de lirismo.
Yerma es el drama de la mujer estéril llevado a sus últimas consecuencias. El resto de elementos sociales, culturales, localistas o dramatúrgicos sirven de marco para ubicar ese “dolor más allá de la carne” como el propio personaje advierte. “Yerma es un carácter que se va desarrollando en el curso de los seis cuadros de que consta la obra. Un ser desgarrad, un personaje que canta su instinto y su exaltación dolorida a la Naturaleza. Porque hay dos Naturalezas para los seres humano: la naturaleza madre y hermana que los sostiene y la naturaleza sorda, enemiga del hombre que no está de acuerdo con sus leyes” señala el propio autor.
Tres años suceden en la escena y a través de ese tiempo madura la tragedia de la protagonista. Yerma es un personaje memorable, que se eleva a la categoría de mito, victima de su obsesión a la que se ve avocada, desde la ternura inicial hasta la alineación más profunda en que deviene, convirtiéndose de esta manera en símbolo de la tierra yerma que exige la fecundidad para seguir viva.
El Taular Teatro aborda de nuevo el gran reto que representa adentrarse en el universo simbólico, rítmico, social y poético de la obra lorquiana, tras la puesta en escena en el año 2011 de la obra “La Casa de Bernarda Alba” con la intención de trasplantar el texto poético de Federico en el corazón ungido del público.