“Un espítiru burlón”, del dramaturgo, actor, director, compositor, poeta, cantante, narrador y director cinematrográfico inglés, Noel Coward, fue uno de los raros éxitos teatrales durante los terribles años de la II Guerra Mundial y, desde entonces, ha venido interesando a públicos diversos. Se trata ya de un pequeño clásico de la comedia contemporánea; la muerte de su autor en 1972 apagó una de las mentes más ingeniosas del teatro actual.
Un espíritu burlón es una divertida comedia que cuenta con la sutileza del humor inglés, en la que el autor logra una agradable mezcla de realidad, fantasía y absurdo, con situaciones graciosas, donde los secretos del ocultismo y apariciones del más allá, vienen a perturbar la plácida existencia de un matrimonio.
La acción transcurre en la casa de un escritor que, deseando obtener material para una próxima novela, decide una noche organizar una verdadera sesión de espiritismo para la cual invita a unos amigos y a una medium profesional.
La sesión trae aparejada lamentables consecuencias para todos los personajes, y en especial para el escritor, Carlos Condomine y su esposa Ruth, que se ven envueltos en una desafortunada situación con la aparición de la esposa muerta del dueño de la casa, Elvira, que se materializa y ronda por toda la casa siendo solamente visible al que fue su marido, quien a partir de entonces vive angustiado y al borde de la desesperación y la demencia. Madame Arcati, intenta en reiteradas sesiones exorcizar la casa, pero el problema se agrava cada vez más con la aparición de otro espíritu. El Dr. Bradman y su Señora Violeta son los amigos del matrimonio que comparten las sesiones y también interviene en la trama de la obra la criada Edith.